lunes, 30 de noviembre de 2009

Normas, conductas y valores entre suelos y fogones, por Son Soles San Román


Son Soles nos propuso la Cenicienta, analizando el papel de la mujer en la película. Para ello debemos conocer la opinión de algunos filósofos conocidos del momento como Kan t y Rosseau.
Ambos coinciden en que la mujer no se vale por sí misma y debe depender en todo momento del hombre. No debe desarrollar su mente, sino su sensibilidad.
Para Kant, en concreto, la mujer era lo bello y nada más. Mientras que el hombre era la mente, lo sublime. Pero le faltaba una parte: lo estético. Esta parte la encuentra en la mujer, por esta razón se unen en matrimonio. El matrimonio para Kant supone que el hombre domine a la mujer.

Tras ver estos puntos de vista acerca de la mujer analizaremos el papel de la Cenicienta:

A simple vista podemos ver una mujer infeliz porque es explotada por sus hermanastras y su madrastra, hasta que un día le llega la felicidad al convertirse en una bella princesa de palacio.
Pero esto no es todo, si nos fijamos la mujer no es sólo Cenicienta, sino las hermanastras, la madrastra, el hada madrina o las ratitas inofensivas.

Son Soles comenzó a analizar a la mujer en función de la ética y la moral. Mientras que la ética se define como algo más general, público, social, etc., la moral es lo personal, familiar, privado, etc.
De esta forma la mujer pierde esa ética y deja de contar socialmente y ser útil únicamente en el hogar. Y se convierte en la mujer de la casa, cuya única función es limpiar la casa, cocinar y cuidar de los hijos. Esto hace que la propia mujer no se dé importancia, se menosprecie, sea sumisa, entregada, sacrificada y paciente.
Estos rasgos son los “buenos y bien vistos” en las mujeres. Cenicienta posee estos rasgos y por tanto es recompensada con su sueño, salir de esa casa y casarse con su príncipe azul.

Frente a la Cenicienta se encuentran otras mujeres como las hermanastras. Este tipo de mujer pertenece a la burguesía, de donde la Cenicienta había sido excluida.
Las hermanastras muestran los rasgos “malos y mal vistos” son caprichosas, egoístas, frívolas y malas. E intentan tapar esa fea moral con el lujo y la apariencia.

Por lo que Cenicienta es la mujer que se quería en aquella época, buena y bonita por dentro y por fuera y por tanto obtiene su recompensa. Y las hermanastras son feas por dentro y por fuera, no son deseadas y por tanto son rechazadas.

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